Buscar chalets de montaña en Isla de Hvar

Cómodo, cerca del centro y con vistas espectaculares. ¡Nos sentimos como en casa! Dolores y su esposo son excelentes anfitriones. nos recibieron e hicieron que tuviéramos una hermosa estadía en Hvar. Sin dudas volveríamos.

El increíble ambiente que se genera entre los huéspedes y el maravilloso stafff, que te hace sentir como en casa y te ayuda en todo lo que necesites. Y también me fascinó la ubicación extraordinaria, a un costado del mar, y lo bien limpio y mantenido que está el Hostel.

Recomiendo 100%. La dueña fue muy amable, nos dejó un bizcocho de bienvenida. A la casa no le faltaba ningún detalle. Vistas al mar… un paraíso . Gracias !

El entorno de naturaleza y las instalaciones.

La ubicación, el porchecito que se ve el mar (aunque hay una casa delante, es segunda línea) perfecto para una cervecita y tapeo de productos locales que compres en el super, la cocina suficiente y el baño bien. No tiene cosas innecesarias. Sitio muy tranquilo y agradable. Aparcamiento en el mismo edificio.

Lugar en zona muy tranquila y con una cala a escasos metros muy bonita. Te sientes en la naturaleza.

Solo pudimos quedarnos 1 noche aunque nos hubiera gustado quedarnos más. Margita es una anfitriona excepcional, te hace sentir como en tu propia casa. El apartamento estaba muy bien situado en una zona tranquila y a menos de 5 minutos de la playa y a 15-20 del centro de Hvar. El apartamento cuenta con todo lo necesario y es perfecto para pasar unos días de relax

Es una casa muy grande y bonita. Está localizada cerca del puerto de Hvar y puedes acceder andando desde allí. Tiene una piscina y una zona exterior muy agradable. Las habitaciones son amplias y la caso a dispone de todo para poder cocinar y vivir allí durante tu estancia. Es un lujo de sitio. Disponen de desayuno tipo buffet que puedes pagar por separado, que aunque no es el mejor desayuno del mundo, es correcto. Disponen de atención presencial 24h.

Pitve es un lugar mágico, tranquilo y con mucho encanto. El apartamento era perfecto, con todas las comodidades y unas preciosas vistas. Los anfitriones cuidan cada detalle y hacen que te sientas como en casa. Hay un pequeño parking en el pueblo. Sin duda repetiría.

Muy bien equipado, buenas vistas, el anfitrión muy preocupado de que te sientas como en tu casa y te orienta sobre qué actividades se pueden hacer y donde se puede comer.