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3 amigos españoles nos alojamos durante nuestro viaje en el bonito pueblo de Rajac en la maravillosa Vila Milenovic. Lo primero que he de decir, es que ha sido la mejor experiencia de nuestro viaje y todo gracias a nuestros anfitriones, Zoran y Emina que en todo momento han estado pendientes de nosotros para que disfrutasemos de nuestra estancia y nos sintiéramos como en casa. Queríamos probar los famosos vinos de Rajac y nos orientaron y aconsejaron que bodegas visitar y cómo hacerlo. Además, Zoran nos acompañó y nos enseñó las históricas e impresionantes bodegas de vino de Rajac. Pudimos conocer de primera mano la increíble historia de este lugar y entrar a varias bodegas para probar diferentes vinos. Ha sido un placer poder visitar este sitio tan interesante con Zoran. Rajac me parece una auténtica joya escondida. A mí criterio, pocos lugares tan bonitos y tan auténticos como éste pueden verse hoy en día. Vila Milenovic es un lugar en el que uno se siente realmente como en su hogar; el apartamento donde nos quedamos era amplio, disponía de todas las comodidades y además con un bonito y cuidado jardín. Comimos y cenamos también en Vila Milenovic y desde aquí queremos felicitar a Emina que es una brillante cocinera y es que disfrutamos, sin ninguna duda, de la mejor comida de nuestro viaje. Auténtica comida Serbia hecha con cariño. Mención aparte el comedor, muy acogedor y decorado al mínimo detalle. Pero sin duda, el auténtico valor de Vila Milenovic son Zoran y Emina que siempre han atendido con una sonrisa y con todo cariño nuestras peticiones y han hecho de nuestra estancia aquí una maravillosa experiencia. Queríamos disfrutar de la famosa hospitalidad Serbia y éste es el lugar correcto. Además, Zoran nos contó con todo lujo de detalles, y con todo su cariño, la historia de su pueblo y de sus antepasados y nos enseñó con orgullo todos los elementos históricos que decoran las diversas estancias de la casa. Gracias por compartirlo con nosotros.

Muy bien ubicado en el centro. El sitio es muy peculiar, tipo hostel donde van muchos ciclistas. Muy agradable y con un recibimiento estupendo. Además nos dieron un desayuno aunque no estaba incluido en el precio. Y indicaciones muy útiles para la continuación de nuestro viaje por Serbia.